La Luna en Piscis nos hace más sensibles y sensitivos. Potencia nuestra psiquis. Es un buen momento para trabajos mágicos y espirituales, meditación, viajes astrales, sueños proféticos, conexión con la naturaleza...
Además la Luna en Piscis hace que sintamos la necesidad de evadirnos de la realidad, estaremos más pendientes del mundo espiritual.
Los sentimientos están a flor de piel y podemos fiarnos más de nuestra intuición. Tal vez estemos más melancólicos o nostálgicos.
Por otra parte, la Luna en Cuarto Creciente es desarrollo, evolución. Es el momento de seguir con aquello que ya hemos empezado antes de ponernos con algo nuevo. Es cuando empezamos a desarrollar lo que hemos iniciado durante la Luna Nueva.
La Luna en Cuarto Creciente es "crecimiento" y como tal, los hechizos que hagamos en esta fase serán preferiblemente de atracción, potenciación, desarrollo y evolución
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