Afrodita, Diosa del Deseo, surgió desnuda de la espuma del mar y, surcando las olas sobre una concha marina, arribó a la orilla; desembarcó primero en la isla de Citera; pero como le pareció una isla muy pequeña, pasó al Peloponeso y más tarde fijó su residencia en Pafos, Chipre, que sigue siendo el principal lugar donde se la adora. La hierba y las flores brotaban de la tierra dondequiera que ella pisaba. En Pafos las Estaciones, hijas de Temis, se apresuraron a vestirla y adornarla. Algunos sostienen que surgió de la espuma que se formó alrededor de los genitales de Urano cuando Crono los arrojó al mar; otros que Zeus la engendró en Dione, hija de Océano y la ninfa marina Tetis o del Aire y la Tierra. Pero todos están de acuerdo en que se echa a volar acompañada de palomas y gorriones
Afrodita («nacida de la espuma») es la misma diosa de extenso gobierno que surgió del Caos y bailó sobre el mar y que era adorada en Siria y Palestina como Ishtar o Ashtaroth. Su centro de su culto más famoso era Pafos, donde la imagen anicónica blanca original de la diosa se puede ver todavía en las ruinas de un grandioso templo romano. Allí la bañaban en el mar sus sacerdotisas cada primavera, y surgía renovada. Se la llama hija de Dione porque ésta era la diosa del roble en el que anidaba la amorosa paloma. Zeus se atribuyó su paternidad después de haberse apoderado del oráculo de Dione en Dodona, y en consecuencia Dione se convirtió en su madre: «Tethys» y «Tetis» son nombres de la diosa como Creadora (derivada, como «Temis» y «Teseo», de tithenai, que significa «disponer» u «ordenar») y como Diosa del Mar, ya que fue allí donde se originó la vida. Las palomas y los gorriones se caracterizaban por su lascivia, y los mariscos aún son considerados afrodisiacos en todo el Mediterráneo. Citera era un centro importante del comercio cretense con el Peloponeso, y probablemente fue aquí desde donde penetró su culto en Grecia. La diosa cretense estaba íntimamente asociada con el mar. Las conchas alfombraban el suelo de su palacio santuario en Cnosos; en una joya hallada en la Cueva de Ida se la representa soplando una concha de tritón y junto a su altar yace una anémona de mar ; el erizo de mar y la jibia le estaban consagrados. En su primitivo santuario de Festo se encontró una concha de tritón y se han hallado muchas más en tumbas minoicas posteriores, siendo algunas de ellas réplicas en Terracota.
"Los Mitos Griegos" Robert Graves
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