sábado, 20 de octubre de 2007
FILOMELA, TEREO Y PROCNE
El rey de Atenas, Pandión, otorgó como esposa a su hija Procne a Tereo, rey de Tracia, en agradecimiento por la ayuda prestada en la guerra contra Tebas.
Esta unión estuvo maldita desde sus inicios, y aunque tuvieron un hijo llamado Itis, Procne sentía nostalgia de su hermana Filomela. Así que convenció a Tereo para que le permitiese verla de nuevo.
Este accedió pero con la condición de que el encuentro se llevara a cabo en Tracia.
Sin embargo, Tereo se enamoró de Filomela, a la cual según algunas versiones sedujo y violó y según otras la engañó diciéndole que su hermana Procne había muerto para así poder tener relaciones con ella.
Tras la seducción o violación Tereo, temeroso de que Filomela pudiese contarle lo ocurrido a Procne le cortó la lengua y la encerró en una solitaria prisión en el bosque.
En su solitaria prisión Filomela comenzó a tejer sobre un lienzo blanco y con hilo purpura la triste historia de su vida, y una vez acabado lo hizo llegar a su hermana, la reina.
Tras enterarse de la infidelidad de su marido Procne se dirigió a la prisión del bosque, donde se hallaba Filomela y aprovechando el tumulto de las fiestas dedicadas a Baco (Bacanales), disfrazada con atuendo de bacante, rescató a Filomela y la llevó a palacio.
Las dos hermanas planearon una terrible venganza y viendo Procne el parecido de su hijo Itis con el culpable de sus desgracias, le dio muerte.
Ambas hermanas cocinaron el cadáver de Itis y Procne se lo sirvió al rey como cena. Éste no se percató de nada hasta que, cuando hubo terminado de comer, reclamó la presencia de su hijo.
Fue entonces cuando Progne exclamó satisfecha "tienes dentro a quien reclamas"; y Filomela apareció en la sala con la cabeza del desdichado Itis.
Los dioses, horrorizados por tanta crueldad, transformaron a las dos hermanas y al rey en diferentes tipos de aves.
Procne fue convertida en golondrina, Tereo en abubilla y Filomela en ruiseñor.
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